Lêda Tres: “La mayoría de los grupos vive de los conciertos. De los discos viven los empresarios”

Entevista a Lêda Tres

Bajo el cósmico nombre de Lêda Tres se esconden cuatro chicos del Puerto de Santa María. Pedro, Esteban, Patricio y Jesús son “los Flaming Lips de Cádiz” y no es poco acertada esta definición. Con ellos hablamos extensamente de su carrera, la forma que tienen de trabajar, de la música en general y también de sus gustos y experiencias. Tan cómodos se encontraron que nos dieron una exclusiva, pero para descubrirla tendréis que seguir leyendo. Antes os avisamos: la buena conexión que hay entre ellos es más que palpable, no faltan las risas y las bromas durante toda la charla. A veces no podíamos distinguir cuándo bromeaban y cuándo estaban hablando en serio…

Sois los los Flaming Lips de Cádiz según he leído por ahí. ¿Qué os parece la comparación? ¿Es acertada?
Pedro: Totalmente cierto. Una verdad absoluta. No, ahora en serio: Si dicen que somos los Flaming Lips de Cádiz pues de puta madre. Si dijeran que somos El Barrio… ya no mola tanto.
Esteban: Hombre, El Barrio también mola.
Pedro: También, sí. Nos mola todo.

Además tenéis un nombre muy cósmico…
Pedro: Sí, el nombre es un poco cósmico y tiene un poco que ver con fluctuación de planetas, energías y tal. Somos bastante místicos todos.

Un bajista folkie, un batería de jazz, un profesor de música y un cantante que, además de cantar, compone…
Esteban: Maticemos un poco. Yo sí que he estudiado jazz pero tampoco soy un batería de jazz. Me parece demasiado. Cuando lo escuche un batería de jazz de verdad va a decir “¡Mira éste!”
Pedro: Somos bastante flexibles. Tocamos de todo, con otras bandas, y hacemos colaboraciones. Patricio es profesor, es verdad que yo dibujo… Hacemos de todo un poco.

Pues sois unos chicos muy completos. ¿Echáis algo en falta?
Todos: Dinero, ser ricos.
Pedro: Estamos en esto por la pasta solamente –bromea el cantante–

¿Cómo se consigue un sonido como el vuestro, tan fresco?
Pedro: Para eso tenemos a Paco Loco y también a Patricio, que se dedica a meter capas y capas de sonido. Pero que te cuente él los sonidos que produce.
Patricio: Sí, yo produzco unos sonidos muy bonitos, jajaja. Además de eso tengo un poquito de formación musical, pero actúo mucho por intuición musical más que por teoría. Entonces me dejo llevar por lo que me sugieren los temas para crear una atmósfera. Hay temas lentos que se prestan a atmósferas más densas y otros más rápidos que buscan un sonido más vivo. Y eso es lo que procuramos, que cada tema tenga su propio ambiente. Por eso tenemos temas de estilos muy dispares, es difícil que encuentres dos iguales porque somos muy eclécticos.
Esteban: Claro, cada tema tiene un tratamiento y puede que beba de fuentes diferentes. Al final todo encaja en el concepto de Lêda Tres, que es un concepto, como decía Patricio, muy ecléctico.
Patricio: Hay grupos que buscan un sonido uniforme, muy similar, entre los distintos temas de un disco y nosotros esa diferencia la consideramos un valor.
Pedro: Es que eso nos aburre un poco.
Patricio: Pues sí, nos aburre un poco mantener siempre el mismo estilo, por eso buscamos variedad y estamos experimentando constantemente.

¿Cómo lo lleváis después al directo, a los conciertos?
Pedro: Tratamos de plasmarlo de la manera más fiel posible y vamos mejorando cada vez. Pero, de todas maneras, el directo es muy diferente. Hay gente que tiene la manía de decirnos que el disco suena de una manera y el directo de otra. Y es que el directo no tiene que sonar como el disco.
Malakao: Claro, tiene que haber algo que le de un valor añadido, un plus.
Pedro: Tiene que haber un plus en escena, un plus dramático, y no tiene que ser exactamente igual, aunque, como digo, intentamos ser fieles a ello.
Esteban: En el directo este disco se desdobla en los teclados.
Pedro: Sí, a Patricio le vamos a implantar ocho brazos más…
Patricio: Aunque el disco se enriquece por la facilidad que nos da el estudio de ir metiendo capas y capas de sonido, procuramos no abusar de ello porque luego hay que defenderlo en el escenario.
Esteban: El primer álbum, por ejemplo, fue más de estudio. Pero en el segundo, nos metimos todos en el estudio a grabar en directo y, si la primera toma era buena, esa se quedaba.
Pedro: Y se nota la diferencia entre el primero y el segundo. El primero es como más preciosista y el segundo es más enérgico.

Así habéis conseguido, como decía antes, un sonido muy fresco y también un poco retro, como de los 60-70. ¿Por qué está tan de moda lo retro? ¿Somos unos nostálgicos?
Pedro: Yo creo que lo que perdura el final son las buenas canciones. En los 60 y 70 se facturaron la mayoría de las grandes canciones que conocemos hoy, para que nos vamos a engañar. En cuanto a las modas, nosotros permanecemos un poco ajenos a ellas y hacemos en cada momento lo que nos apetece.
Patricio: Cuando algo pasa de moda es porque quizá no era tan bueno. Mozart nunca pasa de moda, por ejemplo, se sigue escuchando 300 años después y nunca suena antiguo o rancio. O los Beatles. También es verdad que hay temas y temas, pero cuando algo es realmente bueno está al margen de las modas. Las modas son una estrategia de marketing para fomentar el consumo. Cuando caducan salen otras nuevas y listo.

¿Por qué os habéis pasado al castellano en este último disco? Ya sabemos que por una cuestión de modas no ha sido.
Esteban: Por apetencia.
Pedro: Sí, por apetencia. Nos apetecía escribir algo en español sin intención de llegar a más público ni nada. De hecho, en el tercer álbum volveremos al inglés, aunque también habrá algún tema en castellano, incluso haremos un tema en japonés. Para nosotros no es una obligación escribir en un idioma, es una necesidad del momento.
Patricio: Es algo que está ligado a nuestra forma de trabajar. Primero hacemos la música y luego la letra, con lo cual son los propios temas los que nos piden un idioma u otro.

Aunque veo que os animáis a cantar hasta en japonés, ¿os resulta difícil cambiar el chip a la hora de componer, adaptar las letras, etc.?
Pedro: La verdad es que no resulta difícil. El inglés, por ejemplo, está muy presente en nuestras vidas. A mi, que hago las letras, me gusta el inglés y además nos relacionamos con músicos extranjeros. Es un idioma muy musical. El español también tiene sus cosas, como el japonés, que tiene sus matices.
Malakao: Descubriremos los matices del japonés en vuestro próximo disco.
Pedro: Sí, la canción se llama ‘Kabuki’.
Esteban: Nos falta el portugués.
Pedro: Hay una canción del siguiente disco que molaría hacerla en portugués, la verdad.
Patricio: Cada idioma  tiene una musicalidad y es un factor más que puede ayudar a crear otro ambiente.
Malakao: ¿Cómo manejáis tantos idiomas?
Pedro: El inglés y el español los dominamos y el resto no los manejamos, pero nos asesoramos. Tenemos amigos que nos pueden echar una mano. Y así acabamos con una canción en japonés que mola mogollón.

Tenéis dos discos que son dos joyas con una evolución musical evidente pero, ¿qué ha cambiado en vosotros entre uno y otro?
Pedro: Somos un poco más mayores, tenemos algunas arruguillas…
Esteban: Nos ha dejado la novia de tanto salir a tocar…
Pedro: Han sucedido cosas y todo eso se va plasmando. Estamos más consolidados, entre nosotros hay más conexión y estamos encontrando un sonido. En el tercer disco yo noto que estamos yendo hacia otro sonido, más compacto que en los anteriores. Para bien o para mal evolucionamos, vamos hacia algún sitio.

¿Os gusta más el trabajo en el estudio o el salir de gira?
Patricio: Hombre, eso de cargar y descargar instrumentos a mi me flipa, es lo que más me gusta. Yo toco para poder cargar con los amplis –¡sarcasmo!–.
Pedro: Hay muchas realidades dentro de este trabajo. Un día hacemos un bolo más humilde y al día siguiente nos vamos al Primavera Sound, como el año pasado. Así vamos variando.
Patricio: A mi lo que más me gusta es tocar, ya sea en el estudio o en directo, y el contacto que tenemos con otros grupos cuando vamos a festivales y compartimos escenario con ellos, los conoces, etc.

Ahora que hablas del contacto con otros grupos, ¿con quién os gustaría compartir escenario?
Esteban: ¿Los Flaming Lips?
Patricio: Jajaja
Pedro: Los Flaming Lips, ¿por qué no?
Malakao: Así os presentáis formalmente.
Pedro: Claro y cerramos el círculo.

¿Qué soléis escuchar? Haber si nos dais alguna pista para saber de dónde ha salido vuestra música.
Pedro: Uff… si te dijera…
Patricio: Yo escucho de todo, desde flamenco hasta clásico, pasando por el rock, el pop… de todo. Y además de todas las épocas porque me gusta la música. Hay pocas cosas que no me gusten, como la música más comercial, por ejemplo, que no me suele gustar mucho.
Pedro: De los Beatles a Camarón, pasando por Cat Stevens…
Malakao: ¿Qué veníais escuchando en la furgoneta, por ejemplo?
Esteban: Veníamos con la banda sonora de Headwig and the angry inch.
Pedro: Por cierto, vamos a hacer…
Esteban: Y esto es un avance total.
Pedro: Sí porque no lo sabe nadie y ya se puede revelar.
Esteban: Primicia total.
Pedro: Vamos a hacer con Stringfellow, frontman de los Pousies, la banda sonora de Hedwig and the angry inch. Él hará de transexual y nosotros seremos el “angry inch” o la banda.

¿Os gusta colaborar con otras bandas?
Pedro: Sí. De hecho Esteban toca la batería con Josh Rouse habitualmente, somos banda de Biggot, Paco Loco nos llama mucho para grabar…
Esteban: Somos banda de Paco Loco en su Paco Loco Trio, hemos tocado con Remate, Nacho Vegas… con muchos. Como el estudio de Paco Loco nos pilla a cinco minutos, a veces nos pasamos a hacer colaboraciones o a grabar algo porque hay muchos grupos que vienen sin banda.

Vuestro buen hacer a puesto de acuerdo a los entendidos. ¿Cómo os lleváis con las críticas?
Pedro: Las críticas… –se lo piensa un poco– Están bien, están ahí.
Esteban: Son parte del sistema.
Pedro: Nosotros hemos tenido suerte porque de diez críticas buenas nos han hecho una mala. La proporción 10 a 1 nos parece bien.
Esteban: Nuestro ego va subiendo.
Pedro: Nos lo creemos… mucho –bromean entre risas–.
Patricio: Que haya crítica, sea buena o mala, es bueno porque quiere decir que hay movimiento, que hay actividad. Si no hubiera crítica de ningún tipo eso significaría que estamos muertos. Que haya gente a la que le guste más o menos es normal, tiene que haber de todo.
Esteban: También tuvimos la suerte de fichar con una compañía de Madrid que nos ha ayudado a movernos por allí, por Valencia, etc., y eso hace que hablen de ti. Si te quedas en Cádiz o vas a Málaga un día es más difícil tener repercusión mediática. Todavía no hemos salido en el Hola ni nada de eso, pero todo se andará, algún escándalo provocaremos…

Las redes sociales también os ayudarán a esa promoción, ¿no?
Esteban: Sí, nos ayuda.
Pedro: Pero también hay más oferta.
Esteban: Es más masivo y hay que saber manejarlas, pero sí que te acerca a la gente.

¿Y qué os parecen plataformas como Spotify?
Esteban: Genial.
Pedro: Pagar 4,95 al mes y tener en el trabajo todos los discos que me de la gana listos para escuchar me parece un gran avance. Tenemos un disco en Spotify pero no sé si nosotros recibimos algo por ello, pero bueno.
Patricio: Es que el tema de venta de discos es para los empresarios, nosotros, como músicos, lo que nos gusta es tocar. La mayoría de los grupos que salen ahora viven de los conciertos. De los discos viven los empresarios que montan las compañías e invierten en música que, a veces, ni les gusta. Nosotros procuramos vivir de los conciertos que es lo que nos alimenta el bolsillo y el espíritu.
Pedro: Y los discos los vendemos en los conciertos y listo.

¿Cómo veis el panorama actual? Porque, por lo que he podido ver, muchos grupos están muy contentos de la cantidad de pequeños festivales, tipo Wild Weekend, por ejemplo, que están surgiendo y les están dando la oportunidad de tocar.
Patricio: Digamos que esa es la revolución que hay ahora. Están cayendo muchos grandes empresarios y se está haciendo música de otra forma. El concierto está ahora más vivo que antes.
Pedro: La verdad es que sí. Aunque yo soy partidario también de no tocar a cualquier precio, a cualquier sitio, sino que haya unas mínimas condiciones: que te cuiden, que te paguen algo, que te alojen decentemente, etc. Una vez nos alojaron en un hostal en el que, cuando te acostabas en la cama, veías encima de cada cama unos botones, A y B, y una salida de oxígeno porque antiguamente había sido un hospital psiquiátrico.
Esteban: Fue una cosa de tirarte de los pelos.
Patricio: Y en un antiguo estudio desmantelado…
Pedro: Hemos dormido en sitios muy raros.
Esteban: Es parte del rock’n’roll…

Muchísimas gracias chicos
Gracias a vosotros.

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