Con motivo de su visita a Málaga el pasado 29 de abril, nos colamos en el camerino de Lagartija Nick, donde no faltaron las risas y la bromas. Antonio Arias, vocalista, nos habló de su último trabajo, su extensa carrera y también de sus próximos proyectos.

Sois una banda que está siempre experimentando. ¿Qué nos trae de nuevo Lagartija Nick con este Zona de conflicto?

-En este caso la mayor experimentación se basaría en tocar en directo. Siempre hay tiempo para investigar más y otros en los que disfrutas más tocando o con otro tipo de repertorio. Ahora estamos en esa tesitura. Después de haber parado un poco en el 2009, ahora salimos con otros aires. Todo lo que hemos hecho, nuestra discografía anterior, estará de alguna manera presente en ésta, pero la idea es más comunicativa.

Recuperáis el formato trío de vuestros inicios. ¿Cómo encaráis los directos siendo tres?

-Hemos tocado tres, cuatro, cinco... No nos supone un problema. No lo veo desde fuera, pero desde dentro no veo que sea un problema, todo lo contrario. A lo mejor pierdes, no en muro de sonido, sino en envolver, pero ganas en expresividad y eso crea una comunicación más rápida.

Es verdad, porque habéis tenido muchas entradas y salidas de la banda y no ha sido algo que haya afectado gravemente a vuestro sonido...

-Hombre, todo para todos, en el sentido de que cualquiera que ha entrado en el grupo ha aportado su experiencia y su buen hacer. Todos los que han pasado por Lagartija tocaban muy bien. Pero ya te digo que tras esa experiencia de tocar con mucha gente ahora te quedas con lo fundamental.

¿Sobre qué habla ahora Lagartija Nick?

-De lo que quiera Eric (batería) porque le traes la canción mejor escrita de tu vida y te dice "Esa no la canto, eso es una mierda" -bromea-

¿Entonces quién lleva aquí la voz cantante?

-Eric, él es el líder en la sombra –y Eric le sigue la broma–.

-Yo no, yo sólo digo "Hola" -comenta Eric desde atrás, que está jugando con el teléfono móvil-

-El día que hable Eric... Pero volviendo a tu pregunta, no hay un motivo por el que nos decantemos a hacer un disco conceptual, es algo que tiene que llegar. Ahora los temas tienen un lenguaje mucho más entendible. Me refiero a que, después de haber hecho el año pasado el disco Multiverso de poesía astronómica, veníamos diciendo con Eric "Mientras no sea poesía astronómica, el resto...". Pues eso. Hablamos de todo, menos de poesía astronómica.

Claro, es algo que depende de lo que hagáis. En el caso de Val del Omar ya teníais las letras...

-Claro. Le ocurre también a Omega. Si tienes unos textos tan guapos, eso ya sostiene muchísimo el disco y lo puedes mover en una dirección o en otra porque no tienes esa implicación con las letras. En el caso de Val del Omar sí que sugería cierta mecánica mística, aparatos y secuenciadores. Una serie de cosas que venían marcadas por la categoría de las poesías de Val del Omar. Pero claro, cuando lo que quieres hacer son canciones que no tienen ninguna aspiración metafísica o artística, que no quieres que sean poesías, y lo que buscas es que se pueda cantar, es diferente.

Hablabas hace un momento de Omega. ¿Qué significó este disco para vosotros? Porque os dio la oportunidad de trabajar con Morente y, de alguna manera, os colocó en Europa.

-Sí, pudimos recorrer el mundo. Empezamos en Granada y acabamos recorriendo el mundo con él: Europa, Norteamérica, Suramérica... Era un disco local, en el sentido de propio, tan andaluz, y se acabó convirtiendo en universal. Nos quedamos muy sorprendidos y Morente también. Nosotros lo hemos seguido tocando y él se quedaba maravillado de que siguiéramos interpretando esas canciones y de que la gente les tuviera tanto cariño. Al que no le gustaba, le gustó, y quien no lo conocía acabó flipando con él. Es un disco al que la gente le tiene mucho cariño porque fue algo muy escalonado. Y trabajar con Morente, tanto en el disco como en el estudio, fue una experiencia completa. Era una persona que había pasado por todo lo que nosotros estábamos pasando y que, a pesar de todo, se seguía dedicando con una pasión extrema a la música. Era lo que más transmitía, esa pasión por la música y por la música anticonvencional.

Yo he tenido la oportunidad de ver el documental que se presentó, Morente, en el que se puede ver cómo era su forma de trabajar. ¿Cómo os influyó a vosotros? ¿Y cómo habéis vivido su pérdida?

-¡Ah! ¿Lo has visto? Eric sale, tiene mucho guión. Nosotros lo que vivimos en el entierro de Morente fue, primero, mucho respeto porque había trabajado con mogollón de artistas y supongo que todos en algún momento nos hemos sentido muy bien con él porque nos hemos encontrado con alguien de mucho calibre. Fue una pérdida tremenda por inesperada y por las circunstancias en las que ocurrió pero, sin embargo, al mismo tiempo es como decía su hija Soleá: "Siempre va a estar aquí". Y es verdad, con su música siempre está ahí y cuando te acuerdas de él lo haces con alegría.

En 20 años de carrera vosotros también tenéis a mucha gente que tiene un recuerdo especial vuestro, de vuestra música. ¿Qué os transmite el público que va a los conciertos?

-Hoy con las redes sociales la verdad es que tienes un acercamiento a la gente que le gusta el grupo como nunca antes. En nuestro caso hay gente que es más cercana a los primeros discos, a otros les gustan más los últimos... Hemos ido sumando un público que nos desconocía, pero también, por otro lado, a veces me he puesto canciones de nuestros primeros discos en Spotify y decía "¿Pero en qué estaría yo pensando?". Son épocas. También ha habido gente que me ha preguntado si no hubiese sido más honrado que cambiáramos de nombre al cambiar de estilo, pero hubiésemos tenido tantos nombres... Aún así, la verdad es que yo he disfrutado mucho de tener una discografía tan incoherente o extraña, pero refleja lo que ha sido cada momento.

Decías que utilizas Spotify, ¿qué os parecen estas plataformas y todas las herramientas que hay actualmente y lo que le aportan a la música?

-Bien, me parece fantástico. Es lo nunca visto. Yo también lo uso, el gratis este que tiene los anuncios, y me parece una gran idea. No sé hasta qué punto están haciendo un negocio con eso, pero me parece bien. Puedes conocer un grupo en dos segundos. Es verdad que no están todos, pero lo que tiene que estar, está.

Y hablando de tantos grupos como hay ahora. Con los años os habéis convertido en un grupo de referencia, ¿pero cuáles son los vuestros?

-Yo creo que en todas las décadas hay cosas interesantes. En nuestro camino iniciático empezamos con el punk, con un acercamiento a las letras de la generación beat. Eso nos llevó a Lorca, luego a Val del Omar... A nosotros nos ha influenciado tanto la música como cualquier artista. El hecho de reivindicar la figura del Val del Omar ya era de por sí extraño en un grupo de rock, pero sin embargo era lo que más nos influía porque a través de las letras cambiabas la música, cambiabas tu forma de ver las armonías... Pero bueno, por destacar algún grupo, como decía el otro día Eric, nos quedamos con las bandas de los 80: Echo & The Bunnymen, Bauhaus...

¿Qué planes tiene Lagartija Nick? Porque hay por ahí un proyecto entre manos con Los Planetas...

-Vamos a estar de gira hasta junio y después nos pondremos con el homenaje a Morente entre Los Planetas y Lagartija Nick. Lo que pasa es que llevamos más tiempo hablando de ello que haciendo las canciones. Y ahora mismo estamos visualizando el proyecto para ver lo que podemos abarcar porque hay versiones de Morente que serían muy atractivas para llevarlas a nuestro terreno. Y ahí va, a ver si nos ponemos más las pilas... Luego también tenemos algo en Barcelona... Compaginamos diferentes proyectos, así que tenemos todo abierto.

No paráis. ¿Hay que trabajar mucho ahora en el mundo de la música?

-Pues sí, como seis veces más. Antes con hacer un disco cada varios años iba todo bien; ahora tienes que hacer uno cada seis semanas. Pero siempre que tengas ganas y algo que decir, y siempre que lo permita el público, ahí estaremos.

Muchas gracias

-Nada, a ti.