Desde que Dom (Vin Diesel) y Brian (Paul Walker) destruyeron el imperio de un mafioso y se embolsaron cien millones de dólares para ellos y su equipo, nuestros héroes se han dispersado por todo el mundo y han vivido como prófugos de la justicia, sin poder regresar a casa.

Entretanto, Hobbs (Dwayne Johnson) ha seguido la pista por doce países a una banda de letales conductores mercenarios, cuyo cerebro (Luke Evans) cuenta con la inestimable ayuda de Letty (Michelle Rodriguez), un viejo amor de Dom que este daba por muerta. La única forma de detenerlos es enfrentarse a ellos en las calles, así que Hobbs le pide a Dom que reúna a su equipo en Londres. ¿Qué obtendrán a cambio? Un indulto para que todos puedan volver a casa con sus familias.

Opinión

Como es costumbre, nos encontramos con una frenética mezcla de acción y fantasmadas mil, situaciones exageradas e increibles, siempre con los coches espectaculares como protagonistas. Se puede decir que esta película y la anterior confirman que la saga se encuentra en su mejor momento. De nuevo hay que dejarse llevar para pasarlo bien, pues es tal el nivel de lo absurdo (la delirante secuencia final del avión, como uno de muchos ejemplos), que si buscamos lógica a lo que vemos comprenderemos estar ante un timo total. El compositor español Lucas Vidal toma el relevo a Brian Tyler en cuanto a la banda sonora, manteniendo el interés de forma más que eficiente. Hay que recordar que Tyler compuso las entregas 3, 4 y 5, correspondiendo la primera a BT y la segunda al británico David Arnold. Ni que decir tiene que habrá una nueva entrega.

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